Opinión
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AIESAD, LA COOPERACIÓN COMO VOCACIÓN
Dr. Constanza Abadía García
Directora Ejecutiva de AIESAD
El principal foco de trabajo de la Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia – AIESAD, es la cooperación. Bajo la premisa, – la cooperación como vocación –, fue creada la asociación en 1980 por un equipo de académicos de diversas universidades de la región, que comprendían el valor de trabajar de manera conjunta para el fortalecimiento de la Educación a Distancia, en ese entonces, modalidad que para la época recién nacía en Iberoamérica. Es por esta razón, que mi columna de opinión busca poner en relieve la importancia de la cooperación, para movilizar las acciones fijadas en el plan de desarrollo de la AIESAD.
Desde sus inicios la asociación ha promovido las alianzas estratégicas como relaciones de colaboración entre nuestros miembros fijando propósitos y objetivos compartidos, los cuales durante su trayectoria, han permitido el desarrollo de una importante producción académica y científica contribuyendo de manera directa al posicionamiento de la modalidad, encuentros regionales, conversatorios virtuales, publicaciones de investigación en nuestra revista (RIED) y una serie de convenios y colaboraciones con valiosos aliados, como el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia – CALED, la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe – UDUAL, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura – OEI, entre otros, han permitido visibilizar en la región la importancia de la Educación a Distancia y Virtual para el desarrollo de los países iberoamericanos y el fortalecimiento de acciones inclusivas que permiten la atención y oportunidad de educación a las comunidades más vulnerables.
En este sentido, el hecho de asociarse implica un compromiso voluntario y una relación solidaria para la obtención de los objetivos compartidos, para ello, es necesario dedicar tiempo valioso a comprender las necesidades e intereses comunes, a evaluar las oportunidades según criterios del propio contexto, a decidir cooperar como un acto de confianza mutua para construir nuevo conocimiento, a establecer acuerdos y una estrategia de comunicación asertiva para un crecimiento idóneo y exitoso de los proyectos concertados y finalmente a formalizar y gestionar los acuerdos como fruto de la inteligencia colectiva que permite cimentar desde el diálogo y la diferencia, la integración en un espacio identitario iberoamericano para el crecimiento de la Educación a Distancia y Virtual.
Mantenernos en este camino de trabajo solidario es el gran reto que como socios enfrentamos de manera cotidiana, un reto que nuestros socios han asumido con gran responsabilidad, donde hay conciencia de que este relacionamiento beneficia de muchos modos a las universidades vinculadas, ya que traen consigo aprendizaje continuo y desarrollo, un desarrollo que permea todas las dimensiones de las organizaciones, no solo la académica por su obviedad; también la organizacional, ya que tenemos la oportunidad de conocer – ¿cómo lo hacen en otro país, en otra ciudad?, en otra región?, en el contexto rural?; conocimiento implícito, que empieza a volverse explícito con el diálogo abierto y la documentación al generar redes; esto solo ha sido posible porque tenemos claridad en la visión de la AIESAD, así como de sus objetivos, los cuales compartimos.
El futuro de la educación nos desafía como comunidad académica especializada a seguir en la promoción actividades de cooperación, que vayan más allá de la movilidad académica, como lo señalan Gacel Ávila (2020), Didou (2021) y este espacio común que hemos construido, es el nicho para generar esas ideas innovadoras que cada día nos permitan cooperar más y mejor.